Historia de dos mujeres de la comunidad Nuevo Gualcho en el proceso de Paz

Irma Alvarado y María Inés Cruz, excombatientes del conflicto armado en El Salvador.

Irma Alvarado y María Inés Cruz, son dos excombatientes del conflicto armado en el país. Su aporte al igual que el de más mujeres permitió que la paz fuera alcanzada en 1992.

El Salvador conmemora 27 años de aquel momento histórico cuando el 16 de enero de 1992 en el Castillo de Chapultepec México, se firmaban los acuerdos de paz. Este hecho ponía fin al conflicto armado en el país que causó la muerte de más de 75,000 salvadoreños y salvadoreñas.

Irma Alvarado, excombatiente.

Irma Alvarado una de las excombatiente del conflicto menciona que el papel de la mujer en este proceso fue relevante. “Las mujeres aportamos en esta lucha. No podemos dejar atrás aquellas heroínas que murieron y que ofrendaron la vida por esta causa. Y hoy que conmemoramos 27 años, hemos avanzado en la democracia y en la participación de las mujeres”.

Además resalta que actualmente las mujeres en el país tienen más espacios de participación que contribuyen al desarrollo de la sociedad. “Ahora tenemos la oportunidad de tener mujeres diputadas, alcaldesas, como parte de la lucha y frutos que se lograron”.

María Inés Cruz, excombatiente.

Para María Inés cruz otra excombatiente, no fue nada fácil vivir cada etapa de la guerra en el país y sobre todo ser testigo de las desigualdades sociales que en ese entonces sufría el pueblo, por esa razón se sumó a las filas de la guerrilla. “Yo decidí luchar para que en el futuro hubiera un cambio. Cuando nos dieron la noticia que se habían logrado los acuerdos de paz, nos alegramos mucho porque ya no íbamos a combatir, pero también nos sentíamos tristes al dividirnos para distintos departamentos”.

María Inés es una mujer valiente, y reconoce el esfuerzo que muchos hicieron para que las y los salvadoreños vivan en tiempos de paz, aunque resalta que aún falta mucho por hacer, pero que el principal compromiso para transformar la sociedad le corresponde a las actuales generaciones. “Para mí sí valió la pena, se luchó por una causa justa. Mi mensaje para los jóvenes es que sigan luchando, hoy son ellos los que tienen que luchar”.

Tanto Irma como María Inés habitan en la comunidad Nuevo Gualcho, del municipio de Nueva Granada. Un lugar que luego del conflicto armado ha sido símbolo de la organización comunitaria, la cual les ha permitido alcanzar un desarrollo integral para sus habitantes.

Por Flor Rivera.