La ONU clama por salvar a más de 500 refugiados varados en el Mediterráneo

El actor Richard Gere ayuda a transportar suministros a bordo del barco de rescate Open Arms. Foto | teleSUR.

El alcalde de Cádiz, José María González, ofreció esa ciudad española para que lleguen los refugiados, porque «no se puede permanecer de brazos cruzados» ante esta situación.

Ante la indolencia que han mostrado los gobiernos europeos por acoger a más de 500 personas rescatadas en el mar Mediterráneo por barcos de dos ONG, Naciones Unidas pidió a las autoridades de la mancomunidad intervenir para solucionar esta crisis humanitaria.

En un comunicado el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) instó con urgencia a los países europeos a que acepten a las 507 personas que se encuentran a la deriva en el Mediterráneo a bordo de los barcos humanitarios Open Arms y Ocean Viking.

«Es una carrera contrarreloj. Las tormentas están a la vista y la situación en que se encuentran estas personas va a empeorar. Dejar en alta mar con estas condiciones meteorológicas a quienes han huido de la guerra y la violencia en Libia causará sufrimiento sobre sufrimiento», afirmó el enviado especial del ACNUR para el Mediterráneo, Vincent Cochetel.

Son dos barcos que deambulan sin puerto de llegada

El barco español Open Arms lleva 12 días navegando en alta mar con 151 personas a bordo rescatadas cerca de las costas de Libia, sin recibir permiso de atracar por parte de los gobiernos de Italia, Malta y España.

Barco español Open Arms y la nave Ocean Viking en el mar Mediterráneo

La Nave Ocean Viking, de bandera noruega pero fletada por las ONG francesas Médicos sin Fronteras y SOS Mediterranee, lleva poco más de una semana con 356 refugiados a bordo. De igual manera, ningún gobierno le ha concedido permiso para arribar.

Italia cierra sus puertos

Con la llegada de un gobierno de derecha antiinmigrante, Italia cerró sus puertos a los barcos de las ONG con personas rescatadas.

El ministro italiano del Interior, Matteo Salvini, impulsó una ley para imponer multas a los barcos que ingresan a aguas italianas sin autorización por hasta un millón de euros (1.12 millones de dólares). Además se confiscan las naves y se prevé el arresto del capitán que se niegue a acatar la orden de no ingresar al país de la bota.

Por: Prensa Izcanal / teleSUR.