El reflejo de la superioridad carioca se tradujo en goleada para la Selecta en amistoso

Neymar felicita a Coutinho luego que anotara el tercer tanto en el primer tiempo.

La interrogante de cuánto tiempo tardaría el portero Henry Hernández en recoger el primer balón desde el fondo de su portería se disipó en tres minutos. Sí, ese fue el tiempo que necesitó el árbitro Jair Marrufo para cometer su primer “yerro” y Neymar para festejar gol desde el manchón de penalti.

El tanto, casi regalado por el colegiado gringo, le allanó aún más el camino a un Brasil que ya era un gigante sobre el césped, que no prestaba la pelota y que redujo a la mínima expresión a la Azul cuscatleca.

El reflejo de la superioridad carioca se tradujo en goleada en media hora. Al ´15, Richarlison se sacó un golazo desde fuera del área para el 2-0 y un cuarto de hora más tarde, Coutinho decretaba el 3-0.

Sin balón y a merced de un Neymar que estrellaba la pelota en el horizontal y que perdía un mano a mano ante Hernández; el técnico Carlos De Los Cobos se vio obligado a mover el tablero en la zona ancha y por ello hizo ingresar a Arturo Álvarez y a Narciso Orellana, quienes le dieron un panorama un poco más alentador para no encajar más goles hasta el cierre del primer acto.

En el arranque del complemento, El Salvador vivió su mejor pasaje, un pasaje de ensueño en el que hubo sociedades, toque preciso de balón y algunas llegadas a la meta de Beto que fue un espectador de lujo en el primer tiempo.

Los destellos de la Azul (anoche de blanco) le alcanzaron para cinco minutos, tiempo que tardó Brasil en calentar después del descanso y conseguir el lapidario 4-0.

El cuarto tanto del “póker” llevó la firma nuevamente de Richarlison y con él se apagó el destello azul que emanaba de los cuscatlecos.

Minutos después, De Los Cobos, consiente que se podría venir una mayor goleada, sacó a Álvarez, le dio ingreso a Xavi García y convirtió el 4-1-4-1 inicial en un 5-4-1.

Al final, Henry, que a pesar de los cuatro goles cuajaba un buen juego, erró en una salida y permitió que la conexión Neymar-Marquinho hicieran posible el quinto gol brasileño. Neymar cobró el saque de esquina al ´89 y el zaguero llegó para poner la cabeza y mandar la pelota al fondo de la red.

Con el tanto llegó el final de un duelo que dejó cinco goles a favor de Brasil, muchos apuntes en la libreta del mexicano De Los Cobos y muchas lecciones por aprender en el seno cuscatleco.

Esta es la tercera ocasión que Brasil se enfrenta a El Salvador en tierras norteamericanas y los resultados son casi en un calco: en 1994 y 1998 las derrotas fueron de 4-0.

Por / El Co Latino.