¡Juventud desanimada y pesimista!


En una aula de la Universidad Andrés Bello, San Miguel. Inicio de clases con estudiantes entre 19 y 21 años.

¿Quién de ustedes quiere ser político?

Todos se quedaron mirando. Dos de ellos levantaron tímidamente las manos. Los demás hicieron un gesto como si ser político es lo más asqueroso que hay. De 28 alumnos solamente 2 quieren ser políticos, pero entienden la política como si esta fuera caridad: ayudar a la gente. Pero sus compañeros les gritaron corruptos. El solo hecho de tener intenciones ya estaban catalogándolos como corruptos.

Seguí indagando.

¿Por qué no quieres ser político? Le pregunté a varios. Respuestas similares: no me interesa, no me llama la atención, es muy corrupta la política. Los que querían ser políticos quisieron salir a la defensa de sus aspiraciones, pero rápido los dejaron sin argumentos: que hay políticos presos, otros huyendo, algunos solo viajando, otros se incapacitan para ir a trabajar. En definitiva: no sirve para nada la política y los políticos.

LAS CONSECUENCIAS

Que los políticos y la política esté tan desgastada entre los jóvenes tendrá malas consecuencias para el desarrollo del país y para la misma juventud.

El gobierno acaba de anunciar que no se continuará con el programa «Jóvenes con todo» por ser insostenible. ¿Qué se quiere decir con «insostenible»? Pues si de sostenibilidad financiera se habla en el estado, tampoco la salud es sostenible, mucho menos la educación, y los programas sociales peor. El mismo Estado no es sostenible, si los ciudadanos no pagáramos impuestos.

Los jóvenes no han inundado de crítica las redes sociales por la supresión del programa, ni los presentes, ni los futuros beneficiados. Ha tenido más repercusión «el dime que te diré» del pastor Toby jr. y el expresidente Mauricio Funes sobre sus andanzas y malandanzas amorosas, que el cambio de política pública sobre la juventud.

Esta actitud de los jóvenes es consecuencia de lo pesimista que somos con uno de los quehaceres mas influyentes en la vida del país.

Por: Alcides Herrera.