¡Todo mundo quiere ser periodista!


La calidad de la democracia tiene que ver con el oficio del periodismo. Por esta razón algunos opinan que si el periodismo no es incómodo al poder, no se le puede considerar periodismo, sino propaganda.

Para que un poder sea democrático necesita controles. Por eso es peligroso lo que está pasando en el país. Hay muy poco control hacia el ejecutivo. El presidente envía gente a la cárcel, se atribuye levantar emergencias en las cárceles, hasta ha llegado a juramentar a los recién graduados policías, una función propia del director de la PNC. Toda la prensa calla. Bueno, menos El Faro y Factum que le han dado voz a los jueces de vigilancia penitenciaria.

Pareciera que en estos tiempos de la tecnología no necesitamos de los periodistas. Pues, los ciudadanos se informan de manera directa. Sin embargo, en esta infinidad de información no se sabe cuál es falsa, verdadera, buena o útil. Es aquí donde juega un papel importante el periodista.

Cuando alguien postea en su muro un evento deja mas interrogantes que respuestas. El periodista se adelanta a responder a las dudas y preguntas que tendrá su audiencia. El periodista es un investigador, sin investigación no hay periodismo.

Por eso no podemos considerar periodista a cualquiera. Un locutor, un DJ, una artista que baila en la TV, un narrador de partidos de fútbol, un troll, un difusor de fake news, etc. no es periodista.

Este oficio les gusta a muchos. Me he encontrado con abogados, profesores, curas, médicos, cantantes practicando este oficio. Por supuesto que lo enriquecen, pero deben aprender el método, su epistemología, su incidencia, etc., y ante todo investigar y escribir.

Hay muchos que se han sentido felicitados este 31 de julio, espero no les haya echado agua a su fiesta.

Por: Alcides Herrera.