Los buenos y los malos


Los que se oponen a cualquier acción del presidente son los malos. Así tenemos:

Los que no están de acuerdo con una CICIES porque violenta derechos constitucionales son “los que tienen miedo o defienden la corrupción”.

Los que se oponen al maltrato y a emergencias indefinidas en las cárceles porque irrespeta los derechos humanos “son los que están a favor de la delincuencia y de los pandilleros”.

Los que critican el que familiares, amigos y empleados del actual gobierno sean contratados en los principales puestos porque es un claro nepotismo, “son los que están dolidos porque perdió el Frente”.

Los que cuestionan a todo el gabinete de gobierno por no presentar su declaración patrimonial y así están desobedeciendo un mandato constitucional, “son los que antes no dijeron nada y mejor deberían estar callados”.

Los que defienden a los empleados públicos que ha despedido este gobierno, que ya rondan los 3 mil, entre ellos hasta pobres vigilantes de represas, “son los que no dejan trabajar al presidente”.

Los que exigen al presidente que se pronuncie contra la grave violación de los derechos humanos de los emigrantes salvadoreños, pues no basta un mea culpa de ser causantes de la emigración, sino que también se debe defender en cualquier situación a los compatriotas, “son los resentidos que no superan los odios del pasado”.

Los buenos son aquellos que aplauden “el puente de las 72 horas”, que la Monsanto regrese a vender semilla transgénica y glifosato, que los gringos pongan una base militar en La Unión, que el INJUVE cierre el programa “Jóvenes con todo”, que Ciudad Mujer esté a punto de ser cerrada, que haya 3 mil nuevos desempleados porque son del FMLN, y que colonias de Mejicanos, Ilopango y Apopa estén sin agua potable.

Por: Alcides Herrera.